Lugares como Machu Picchu o la Montaña de colores son los primeros que se nos vienen a la mente cuando hablamos de cusco. Su espectacular atractivo los ha hecho de los sitios más visitados y famosos del Perú. Sin embargo, esta hermosa ciudad tiene otros atractivos fascinantes. En este blog, exploraremos Tipon, Pikilacta y Killarumiyoq.
No se sabe con certeza si este sitio arqueológico fue un jardín real o un centro ceremonial dedicado al agua que llama la atención de sus visitantes por su diseño, funcionalidad y conexión. Esta obra maestra de la ingeniera hidráulica inca está ubicada a 25 km al sureste de Cusco. Es la oportunidad ideal para conocer más sobre los avances tecnológicos y espirituales de los incas.
Tipón es un claro ejemplo del ingenio inca en el manejo del agua. Este lugar no solo servía para riego agrícola, sino también como un espacio sagrado donde se rendía culto al agua, un elemento vital en la cosmovisión andina.
Perfectamente alineadas, estas terrazas muestran cómo los incas transformaron terrenos escarpados en tierras productivas.
Los canales de agua, algunos tallados directamente en la roca, son un espectáculo para los amantes de la ingeniería antigua.
Desde Tipón se pueden apreciar impresionantes vistas del Valle Sur de Cusco, rodeado de montañas y campos verdes.
El lugar no se encuentra muy lejos de cusco, por lo que puedes tomar un transporte hacia Tipon . Desde aquí tomas un taxi local hasta el sitio.
Muchas agencias en Cusco ofrecen tours al Valle Sur que incluyen Tipón, Pikillacta y Andahuaylillas.
Si prefieres explorar con tiempo, puedes contratar un taxi desde Cusco, ideal para grupos pequeños.
En la cosmovisión andina, el elemento del agua era muy importante y sagrado ya que simbolizaba la vida, purificación y conexión con la Pachamama (Madre Tierra). Además de ser usada para la agricultura los rituales para los que era usada en Tipón tenían un gran significado espiritual.
Un fascinante sitio arqueológico del periodo preincaico, a tan solo 30 kilómetros de la ciudad del Cusco. Fue construido por la cultura Wari entre los años 550 y 1100 d.C., esta civilización antecedió al Imperio Inca con su ingenio y organización
Pikillacta, cuyo nombre significa “ciudad de las pulgas” en quechua (aunque se desconoce el verdadero significado original), es una de las pocas ciudades planificadas de la época preincaica. A diferencia de los asentamientos incas, Pikillacta se caracteriza por:
Con calles rectas, plazas y áreas delimitadas, muestra un notable grado de planificación urbana.
Las paredes de piedra y barro de hasta 12 metros de altura protegían este importante centro administrativo y ceremonial.
Considerado uno de los sitios arqueológicos más grandes de la cultura Wari, ya que cubre más de 50 hectáreas.
Ubicado en una posición estratégica, Pikillacta ofrece vistas panorámicas de esta laguna, que también servía como recurso importante para la agricultura y el abastecimiento de agua.
La ciudad fue diseñada en una cuadrícula precisa, con calles que dividen los edificios en bloques.
Se identificaron zonas destinadas a viviendas, actividades religiosas y administrativas.
Los muros de piedra y adobe, cuidadosamente ensamblados, muestran el dominio de los Wari en construcción y defensa.
Cerca del sitio, esta laguna es un refugio de aves y un excelente lugar para quienes disfrutan del ecoturismo.
Toma un colectivo desde Cusco hacia el distrito de Andahuaylillas (conocido por su iglesia barroca). Pide al conductor que te deje en la entrada de Pikillacta.
Muchas agencias ofrecen recorridos por el Valle Sur que incluyen Pikillacta, Tipón y Andahuaylillas.
Si prefieres mayor comodidad, puedes alquilar un taxi desde Cusco.
Una de las culturas más influyentes del periodo prehispánico fueron los Wari, por su expansión territorial, su sistema de irrigación y su arquitectura monumental. Esta cultura tenía una gran habilidad para construir ciudades organizadas y centros administrativos que conectaban con regiones distantes.
Los Wari desaparecieron antes de la expansión inca, sin embargo, muchas de sus técnicas en planificación urbana y administración territorial, fuero adaptadas por los incas. Pikillacta es u puente entre ambas culturas, mostrando el conocimiento que se transmitía y el cómo evolucionaron en los andes.
Este lugar está lleno de espiritualidad y belleza en medio de montañas cusqueñas. Su nombre significa «Piedra de la Luna», dentro de la cosmovisión andina.
Killarumiyoq es un destino perfecto para los viajeros que buscan una experiencia más íntima con la historia y los paisajes de Cusco. Con su impresionante arte rupestre, ceremoniales y un aura mística, este sitio es una joya poco explorada.
El elemento principal del sitio es un monolito cuidadosamente tallado que representa a la luna, símbolo sagrado en la cosmovisión andina.
Este lugar era utilizado para ceremonias religiosas relacionadas con la fertilidad, la Pachamama (Madre Tierra) y el calendario agrícola.
Rodeado de montañas y paisajes andinos, Killarumiyoq es ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza.
A diferencia de los sitios más populares de Cusco, Killarumiyoq ofrece una experiencia más tranquila y auténtica.
El tallado principal del sitio es una representación de la luna, rodeada de otras figuras que podrían simbolizar ciclos lunares y agrícolas.
Encontrarás terrazas agrícolas y recintos usados para ceremonias y ofrendas a los dioses andinos.
Desde Killarumiyoq, las vistas de los valles circundantes y las montañas son espectaculares, perfectas para fotografías.
Al igual que otros sitios incas, Killarumiyoq cuenta con un sistema de canales que distribuía agua, probablemente usado en rituales.
o Toma un colectivo en dirección al distrito de Ancahuasi (en la ruta hacia Abancay).
o Desde Ancahuasi, puedes tomar un taxi o caminar hasta el sitio.
Algunas agencias ofrecen tours personalizados que incluyen Killarumiyoq y otros destinos cercanos.
Si tienes acceso a un auto, puedes conducir desde Cusco tomando la carretera hacia Abancay y desviarte en Ancahuasi.
En la cultura andina, la luna, conocida como Mama Killa, era la protectora de las mujeres, los ciclos agrícolas y los ritmos naturales. El culto lunar era esencial para marcar calendarios y organizar la vida cotidiana.
Los incas y sus antecesores tenían un profundo respeto por la luna, complementando su adoración al sol (Inti). Killarumiyoq era, sin duda, un lugar donde estas creencias se materializaban en ceremonias llenas de simbolismo.
Killarumiyoq no solo es un lugar ceremonial, sino también un observatorio astronómico. Sus tallados y la ubicación de sus estructuras parecen estar alineados con ciclos lunares, lo que lo convierte en un lugar clave para entender cómo los andinos integraban la ciencia y la espiritualidad.
Aunque menos populares, Tipón, Pikillacta y Killarumiyoq ofrecen una experiencia única para los viajeros interesados en conocer la diversidad histórica y cultural del Cusco. Son perfectos para quienes buscan lugares tranquilos, llenos de historia y rodeados de naturaleza.
¡Anímate a salir de los caminos tradicionales y descubre el Cusco menos conocido! ¿Te gustaría visitar alguno de estos lugares? Déjanos tu opinión o cuéntanos cuál es tu favorito.
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